Shosholoza es una antigua canción popular originaria de Rondonia, actual Zimbabue. En sus orígenes, era cantada por los trabajadores de las minas, para ayudarse a alegrar el espíritu mientras trabajaban bajo tierra y en condiciones muy duras. Era también una canción que sonaba en las cárceles, en las voces de los priosioneros. Nelson Mandela cantaba Shosholoza cuando estaba en prisión y la canción, ya cargada de historia y significado, se convirtió en un himno para la sanación de un país lastimado por el Apartheid.
Shosholoza, en idioma fanagalo, si bien no se puede traducir en una palabra, alude al concepto de “ir hacia adelante”. Es un himno de aliento y de esperanza.
El coro de jóvenes de Zimbabue cantó Shosholoza y volvió a darle un significado a la canción, esta vez como un impulso al cambio que la humanidad necesita. Y la gente se unió al tren Shosholoza.
“¡Únanse al tren shosholoza!”
El tiempo es ahora.